domingo, 31 de octubre de 2010


Tenía recuerdos mucho mas agudos y perfectamente definidos: su rostro nada mas abrir los ojos a la nueva vida, al amanecer interminable de la inmortalidad, aquel primer beso, esa primera noche... De pronto, sus labios estuvieron sobre los míos y disminuí la concentración, a consecuencia de lo cual perdí la sujeción que me permitía mantener el escudo alejado de mi; este volvió de inmediato a su posición original como si se tratará de una goma elástica, protegiendo de nuevo mis pensamientos.
Puedes huir de alguien a quien amas, puedes intentar luchar contra alguien a quien odias. Todas mis reacciones se orientaban hacia esa clase de asesinos tanto monstruos como enemigos.
Te quedas sin opciones cuando amas a tu potencial asesino. ¿Acaso es posible huir o luchar si eso causa un grave perjuicio a quien quieres? Si la vida es cuanto puedes darle y lo amas por encima de todo. ¿Por que no entregársela?